Mis clientes dicen de mí
– Elisa Molano. 32 años. Diseñadora y Broker.
Raquel apareció en nuestra empresa en el momento oportuno. Estábamos en medio de un proceso de reorganización de personal y con el proceso logramos vivir ese momento de “caos” con mayor tranquilidad, ilusión y optimismo. Las personas de los equipos se motivaron e implicaron de una forma proactiva y el ambiente que permanece aún hoy es muy positivo y productivo.
– Compañía de telecomunicaciones. Madrid.
– C. Muñoz. Arquitecta.
El equipo directivo al completo realizamos coaching de equipos con Raquel. Aprendimos a centrarnos realmente en nuestra misión como líderes y conseguimos dejar “casi totalmente” de apagar fuegos. Ahora nuestros colaboradores han ganado autonomía y son más responsables. Nosotros mayor tranquilidad y tiempo libre de calidad
– Empresa comunicación. Madrid.
– Lola. Directora.
Personalmente, cada contacto con el coaching supone un aprendizaje continuo, en el cual, a través de mis propias respuestas o reflexiones a preguntas o planteamientos del coach, sobre un objetivo propio, hallo nuevos recursos, busco la forma de superar barreras, organizo mi escala de valores o abro la mente para aquellas ocasiones en las que el diálogo interno aparece y no precisamente para facilitarme las cosas.
La sensación de fluir en mis relaciones sociales, de gestionar mis emociones en los escenarios cotidianos o de dar pasos importantes para salir de esa área de comodidad que tanto limita nuestras vidas, han sido para mí los objetivos principales de las sesiones, llegando a la conclusión de que, cualquier progreso, por pequeño que sea y con el trabajo adecuado sobre el plan de acción, ofrece posteriormente grandes resultados.
Recomiendo pues el coaching, con total conocimiento de causa, a toda persona que quiera, necesite o simplemente sienta la curiosidad de experimentar cambios, progresos o nuevos estímulos ya sea en su vida personal o profesional
– Francisco. Empleado público. 38 años.
– Sonia Domínguez. 38 años. Bióloga.
Me ha ayudado a conocerme mejor, a vivir de una manera consciente y a hacer frente al estrés.
He aprendido que dentro de mí está la solución a mis problemas. Es recomendable para todo el mundo independientemente de la edad y situación personal porque siempre hay cosas que quieres mejorar a nivel profesional o persona.
– Luisa. Informática. 48 años.
Estoy en un momento de mi vida en el que tengo muchos frentes abiertos, muchas ilusiones y sueños por cumplir, en una edad en la que la mayoría de la gente tiene su vida encauzada yo sigo sin saber muy bien por donde tirar.
Una sesión de coaching me ayudó a darme cuenta que tenía que centrar objetivos y sobre todo, a saber cúal era realmente el principal de todos ellos, algo aparentemente tan fácil y sin embargo yo sola no era capaz de verlo.
Raquel me acompañó en ese camino y también me puso tarea (como en el cole) y funciona, parece que cuando a parte de a nosotros mismos, tenemos que rendir cuentas a alguien más… nos volvemos más aplicados ;)
Terminé la sesión con sensaciones muy distintas, por un lado fue algo duro el darme cuenta de determinadas cosas que yo había estado intentado dejar a un lado ya que no me interesaba verlas y por otro, salí con un chute de energía y optimismo y convencida de que puedo llegar hasta donde yo quiera llegar.
– A.G. 36 años. Maestra de E.Infantil.
Cuando hice mi primera sesión de coaching hacía pocos meses que había dado a luz a mi segundo hijo. Al margen de la espiral de emociones que te provoca la maternidad yo estaba encerrada en mí misma, me sentía desmotivada y vacía, incapaz de hacer algo distinto que cuidar niños y quitar pañales.
Hice mi primera sesión de coaching por casualidad, sentí curiosidad, después vinieron más sesiones, que me sirvieron primero de desahogo, después como autoconocimiento personal y finalmente como catalizador de mis inquietudes y proyectos. Con la compañía y guía de mi coach se revelaron en mí talentos que creía inexistentes, incluso creo que descubrí mi vocación!
Al finalizar mi entrenamiento comprendí que había adquirido algunas herramientas buenas para afrontar las situaciones difíciles del día a día y que mi proceso de cambio seguiría incluso en solitario, de hecho no cesa…
Hoy mi vida sigue siendo un torbellino, con dos niños pequeños que no me dejan espacio para mucho más que para su cuidado, pero lo disfruto con serenidad. Tengo claro que este fase vital es de mis hijos, pero tengo proyectos a medio y largo plazo que desarrollaré con ilusión cuando sea el momento adecuado.
En resumen puedo decir que el coaching me ha ayudado a valorarme y a darme cuenta de que puedo ser y hacer muchas cosas en la vida, y que nunca es tarde para empezar.
– Marga Álvarez, 40 años.